erre erre ge,
Tu cuerpo será menos recipiente de mediatez que templo de diálogo con lo eterno
jueves, 30 de enero de 2014
El culto a la fiebre
Sólo en el delirio hay tiempo.
Sólo en la fiebre las cosas son.
El desconvencimiento,
ese morirse de hambre,
erosión ubicua.
Detalles, relieves, matices, dogmas, certezas, prejuicios, templos, artes, gramáticas, historias, …, caen.
Sólo en la demencia se desagarra esta transparencia.
Habla lo imperturbable, se hace música de todo.
Nuestra madre sonríe, y en su sonrisa se asoma la palabra.
Arde el pensamiento. Oscilación, Inexactitud.
Dioses genuinos.
Eternidades parimos.
Ciencia del mundo que nos daba la espalda. Y sobre su espalda le adivinamos el rostro.
En ese rostro, sombra de nuestra angustia.
En lo infinitesimal, lo impreciso, lo inacabado.
Vivir, arar rostros, especular sobre fisionomías.
En la sustancia probable se es.
En la fe, en el axioma, en el olvido del rigor.
Transijo, corre lo que a todo es común.
Templo, sangre de manchas te ofrezco.
Templo, bastas sin dios, ya dioses te daré, mas sólo a ti te busco.
Paga con cosmos mi delirio.
Sólo pretendo libertad para ver lo que me ata.
Y si nada me ata, me aflijo, y ese aflijirme me place, me ata.
Transijo, y me pesa menos lo que me falta.
Paga con cosmos mi omisión,
Hierve, hazte de un nombre,
ése que eres tú, cifra de sí, tu nombre tu cuerpo,
verbo,
fiebre,
duda,
ése que eres,
en tu cuerpo que te hago al negarte, al desvelarte
te visto de paradojas, de sinsentidos, de contradicciones,
te visto, pero nunca me ciño, te cubre mi equívoco,
Mas tú debajo, tibio, perenne,
Me miras,
A mí, que pensaba tenerte de espaldas.
lunes, 12 de noviembre de 2012
Atómicos y sangrando
Mil dioses tengo en las yemas.
Mil alfabetos conocen mis dedos mas de ninguno soy capaz cuando lo intento.
Soy una cita mal hecha de mí.
Soy una cita falsa de mí.
Me prometo abandonar el circo y recluirme en la jaula de mí, de nuevo.
Nunca debí salir.
Vuelvo triste y desengañado.
Pagué con los sueños que no sabía que tenía la libertad, a la que ahora escupo.
El que soy es público del que es.
Soy entretenimiento, Intermedio, tal vez, de lo que quisiera ser.
Espectáculo, tragedia.
Soy una obra a la que nunca deseé asistir. Ópera de mí. Comicidad.
Soy un público triste expuesto a un acto aciago que no puedo dejar de interpretar.
lóbrego
Y, si existen los que se atreven a abandonar el escenario no los conozco, ni los puedo saludar con el pensamiento.
Porque, pienso, que ni cuando muera dejaré de ser actor de mí.
Pienso que hay un templo entre dos comas, dios del hombre que es piel de sí mismo.
domingo, 1 de julio de 2012
Cielo en calma.
en Qué calma cielo.
en qué cama.
Cielo en la sangre,
El mismo espuma mañana, ayer.
Espuma tú, te arranco.
él, mismo, mañana espesa.
En qué barrio polvo,
en qué sucio vaso Dios.
Todo sea. Es.
Asientes demasiado.
Es qué dónde lo que dices.
Qué vanidad, ésa, de tener algo.
Poseer, rayuela: cera en la piel.
Será piel lo que polvo.
Vamos ardiendo.
óbolo.
Qué túnel.
Húmedo el infierno en tus piernas.
Húmedas piernas, túnel. Hállome ahí, esperándome, en tus piernas.
Ramas necias, fría edad, ocre sed - lo que soy - nominal.
Fractálico. Ramas frías.
Mitológico me dijeron.
Sé de los cosmos que ignoro.
Vivir es lo que no se ve.
Y soy ese gerundio de tomar con los dientes debajo de tu boca lo que se busca en el último cielo raso.
martes, 13 de marzo de 2012
Letanía de mí

Soy…
-Música que no puede ser, por pesarse en exceso.
-La sensación de no tocar el polvo fresco de cualquier tumba.
-El frío entre tu rostro y el mármol.
-La seca fiebre de quien te ve de negro ser cadáver y entierro.
-El húmedo pesar de quien te imagina acercarse, superpuesto al río, arrastrándome.
-La música de sentirse el rostro arder cuando lo miran.
-La ansiedad ebria de alegría de pasar una navaja por el cuello.
-El éxtasis de oír ascender música de esferas que estallan de verte arder eternamente.
-Nostalgia del que fui en mi muerte.
-Alegría púrpura de quien recoge cenizas entre ciencias del alma.
lunes, 26 de diciembre de 2011
Saudade

Si alguna vez fui carne, así lo deseé.
Si alguna vez algo dije, fue porque yo no estaba.
Creí en algunos dioses, en los que pude creer.
Pasó lo que es tiempo y articulé un mundo,
siempre la secreta sospecha de soslayo. Ese temblor
en el corazón, muy breve; más definitivo que todos los latidos.
Amé el cielo, sus detractores y las aves,
para dejarme seguir dudando.
¿Por qué olvidé y empecé a vivir?
Qué música erosionó mi eternidad.
Para qué arrodillarse; recordar el cielo,
dejar a las manos subir, intentar asirse, soltarse.
lunes, 22 de agosto de 2011
Breve hallazgo

viernes, 15 de julio de 2011
ascender

domingo, 22 de mayo de 2011
en ése

sábado, 7 de mayo de 2011
Días exangües

lunes, 7 de febrero de 2011
Tú eres un título

Si lo pensara más sería así de cualquier forma.
Todo tendría una respuesta en tu torso desnudo. En la sombra que parte de ti hacia el suelo.
Lo pienso, la razón o el deseo me parecen lo mismo. Tu cuerpo es un discurso, que guarda simetría, que en lo evidente esconde lo profundo.
De momento tu carne es suspiro, o verso, o monólogo o tiempo. De momento, yo soy quién escribe tu cuerpo, pero me parece más real pensar que fue tu cuerpo quién lo escribrió todo.
Fue tu cuerpo un espejo que lo multiplicó todo. Fue tu cuerpo luz y largo tiempo, fue tu cuerpo espacio, fue justicia, fue amor, fue un desierto, fue un bosque, fue muchos hombres.
Ahora es la única verdad en mi memoria. La cúpula de mi sucesión. Mi dios olvido.
El largo pasillo donde corre la risa. El cuarto tapizado de sol. La arena empapada en sangre.
La música que lo evoca todo. La mirada del que mira muriendo. La voz tremúla que escucho cuando me escucho. Eres el símbolo en la pared, el símbolo en el pecho, el símbolo que se zambulle en el ruego.
jueves, 13 de enero de 2011
No grato

Dejar que la puerta se abra. La mejor decisión es no ser el péndulo fijo.
Ser más bien el tiempo arrastrado por todos los cuartos. Vivir en la respiración del que duerme. El cabello de quien ama. Las manos del que muere.
Ser el polvo cayendo y dejándose ver en la luz de la lámpara, la luz postrera, el relámpago inocuo de quien empieza.
Ser la respiración de quien besa, las manos del que entierra a su padre y el polvo que lo cubre.
Las imaginaciones de los días tristes; la idea perdida, distraída y torpe de lo que es amar.
Entender al fin, sin entender como se cree hacerlo, el movimiento del polvo que se arrastra. El que hallamos en la piel, el que fuímos.
El ruido que hace, el polvo, cuando abro la puerta. El ruido que hace cuando te veo en mí.
Cuando el sol te incendia en mis ojos. Siempre ahí, marcando rutas.
Deshaciendo lo coherente para no dejar ir el polvo de mí.
Yo mismo, gigante o minúsculo, temo al viento. Temo abandonarme.
miércoles, 5 de enero de 2011
Falso robo

Bailamos...templo, bailamos, cielo.
La ronda, la ciudad. Luces haciéndonos espacio.
Temblamos, porque el cuerpo no entiende.
Yo bailo, porque mi cuerpo no entiende.
Yo amo, porque no sé hacer otra cosa. Tú amas porque no crees en otra cosa.
Y recuerdo, cambio las imágenes, a los cuerpos hirviendo en luz, las risas largas en lo andenes.
Los hombres son agua en mi mesa, así el tiempo, así tú.
Déjame pues crecer en tu lánguida presencia,
déjame también bajar hasta dónde eres sólo tú
Sin reflejo del día que muere o nace
Sin bestias ni cúmulos de olas, sin espuma, sin ti.
Bajar hasta el punto donde no te habitas.
Donde no corre sangre, ni conciencia.
Bajar como bailar, disponer de mensajes en mis piernas, y trazarlos en donde no eres ya.
viernes, 5 de noviembre de 2010
Ése de quién no sé nada

Aquéllo que pensabamos, se fue entre los espejos, plieges y vértigo, poros en una piel distendida.
Aquéllo que yo soñé, polvo sin causa.
Éso que somos, entre soles transmutando, ecos del mismo sueño, el único.
Éso que somos sobre telas mudas, en el lugar que se abstrae de los ríos, la arena y la carne.
Aquellas ruinas lejanas, el único y verdadero hogar nuestro.
Aquellas ruinas, templo universal.
Un cuerpo que no es de barro, que no es de tiempo. Un cuerpo sin valles, sin relieve, sin señas, ni símbolos; sólo ventanas, sudor y memoria.
Alambres atados, trapos húmedos, algunos botones oscuros: la marcha que no persigue nada.
El castaño incendio, las cenizas parlantes, un coro en la mirada que persigue el día.
Un coro en el alma que persigue el día, una espiral en las yemas desvaneciéndose al ser pensada.
Todas las cosas partiendo, una historia igual a todas, la única historia.
El punto, la mentira que no persigue nada. Epitafio del todo, de cada tramo lógico, de cada inclinación racional, ocasión de algún genio, Dios, martir, sangre.
Ese sueño de esa tarde.
martes, 2 de noviembre de 2010
Requiem por un espacio

Yo soy también ese viento,
ese grito, ese polvo sin edad
Superpuesto entre muchos otros.
Soy también ese color que inhalas
cuando cierras tus ojos, o abres la boca, o escribres tu nombre.
Ese tono que incendia lo inmóvil
ese vacío más útil y necio.
Yo soy también ese instante
superpuesto entre muchos otros,
ese que lo significa todo, Oculto, es postrero
igual a los demás
domingo, 12 de septiembre de 2010
Reducciones

Corre en zig zag la vida, hace que destelle mi cuerpo en menos de lo que toca el suelo.
Se hacen incluso las risas humo, los recuerdos toman cuerpo y te atraviesan frente a mí.
Sigue mi vida fluyendo, zig zag es un tic toc.
Mi conciencia es una esfera, y mis ojos el líquido en el que flota mi presencia.
No soy más que la silla que te acompaña, o la mesa que gime mientras te abres y nos haces participes del continuo.
Bellos ángulos se repiten íntimamente en eso que ya no eres tú y que sucede en ti. Te haces el escenario de lo sagrado, vuelven sobre ti pocos grados de verdad. Un héroe eres. Un júbilo me invade, vibro y me deshago.
La violencia es nuestra amante, el pacto, la máquina de hacer ruído. Las ventanas. Los puntos en esta oración, la realidad jugando contra nosotros , la sintaxis un demonio feroz.
El sentido el engaño más grande, el orden y el sarcasmo, identitades burlonas...
La lógica, despedanzándose cuando bailamos. Realmente ocurre algo entre nosotros, dejo que las ventanas en ti crezcan. Tomó las llaves dispuestas en ti y las sacudo, las distribuyo en el cuarto, y vuelvo. Me abandonó, me hago espacio por y para ti. En mi cabeza llegan quienes habían anidado por tanto tiempo.
Tomo lo que me dejaste antes de empezar el rito. Espero a que el sol no halle en ti sino el blanco y el negro . Yo vuelvo a la farsa,me pongo el disfraz.
Una vez más bestia productiva, una vez más cargando los bloques de las ciudades. Colocando cubos unos sobre otros, riendo histérico aguardando que caigan para levantarlos de nuevo.
Aquelarre electrónico, reunión de protervos, degenarados de la bondad.
miércoles, 11 de agosto de 2010
Coma no narrativo

Ya sé tu cuerpo que yace sobre esa mesa. Ya sé que ver es tocar.
Que mientras espero suenas: vibras y haces vibrar el aire, a las imágenes, a las ventanas, tienes alas sonoras. Rutas, días, ramas, cuerdas, los pasos que van y dejan de irse.
Soy ése que no siente, ése que no entiende, ése que no sueña.
Soy el ente articulado por lo de siempre. El que sueña por oficio, el bien por derecho.
Una posibilidad nebulosa. Rojo,verde, azul. Un espacio muy amplio. Sin tiempo de ser histórico.
Sin fuerza para la forma, sin alma para lo vivo.
Sin mí para mí. La mirilla clavada en la carne, soy el cubo que guarda y tropieza.
La fe que ignora. La secuencia de nombres que no deben ir juntos.
El cuento no vivido, no contado, no pensado. El derrame que nadie ve, la voluntad que estalla enmudecida.
martes, 1 de junio de 2010
En el jardín
Mi fe fue. Mi fe fue. Fue unas cuantas veces. Fue una luz, una cama, un clavo en un tabla, un piso sucio en la tarde.
El horizonte es, sin lo que fue, gusanos levitantes, me provoca querer hallarla de nuevo.
Me provoca olvidar las visiones de desnudez. Levantar los muros que odiaba y tiré.
Regresar y besar la mano que me alimentaba de fantasías funestas.
Pero será que debajo de las lívidas escamas, de los párpados trémulos y negros hay otra capa de mayor grado de verdad. Será que toda verdad es capa, a la vez mentira, de una mayor verdad. Será que las cosas se van opacando.
¿O no hay LEY?
¿O debo sobrellevarme? No es esto lo que describen los profetas, no soy yo objeto de un sueño.
No soy casi ¿Cómo es que el mundo me guarda aún entre sus cosas?
Me hallo constantemente entre la conversación de unos locos. Duermo del mismo lado del biombo
Me baño en el mismo río.
Creí atravesar con el pensamiento y caminar, mientras mi cuerpo también caminó. Se tiró en muchos jardines, dijo cosas que no creo. Comulgó varias veces con los que odio. Besó a quienes el ama.
Mi cuerpo me abandonó.
Estimo que nunca volveré a ser. Aunque en forma, mis venas se ensanchen de almas que lleven mi nombre nunca volveré a habitarme.
viernes, 14 de mayo de 2010
Qué es puerta

miércoles, 21 de abril de 2010
Equivocarme más

Abandono sí, pero a los pasillos traidores, monto ahora el abandono al vacío, el abandono a dios y a sus sombras.
Viajo más allá de los falsos solidarios, del desinterés y la igualdad. Del ateísmo ciego, de la fe postrera.
La búsqueda no soy yo, no viajo a mí, ni desde mí. Viajo a las formas escondidas en las oraciones de los límites, en las fronteras del sentido. Viajo donde lo calmo es tormenta, donde la tormenta es calma y donde la contradicción es objeto de sí misma.
Quiero tomar los brazos del íntimo sentido y hacer que me tomen, incluso me asfixien. Morir en el sentido de la solución, en la solución de la distancia, en el insomnio del hermano, en la penumbra del genio. Viajero de mí mismo, me veo sin moverme.
Cada día el sabor es más intenso, mis piernas más delgadas, mis saltos más altos. El reto a la vista, la vista del tiempo.
Visitar tu cuerpo, tentarlo en mi sueño, infinitos sueños, trances de instantes.
Voy viendo a la vida y me parece una idea, el tiempo palabras, las palabras palabras.
martes, 16 de marzo de 2010
No sólo soy yo

Soy cualquier cosa si quieres, la hoja oxidándose en un tina,
la frase que no te atreviste a olvidar.
Soy cualquier hombre y el mismo. La tarde desplazada en el placer. La causa íntima.
El último vago de cualquier plaza. El eco necio e implacable. Todo el mundo contenido en un punto. Un punto que es un pozo. Yo soy cualquier seña de soledad, el atisbo del hartazgo.
Pero soy antes que todo casi nada. Materia infame de alguna mente distraída. Soy ante todo nostalgia de la forma, del sentido, de la profundidad. Dimensión última de lo indefinido.
El último balcón de la civilización. Tus pasos indiferentes al suelo, y también...
¡el suelo tan necesitado de ti!