martes, 16 de marzo de 2010

No sólo soy yo



Soy cualquier cosa si quieres, la hoja oxidándose en un tina, 

la frase que no te atreviste a olvidar.

Soy cualquier hombre y el mismo. La tarde desplazada en el placer. La causa íntima. 

El último vago de cualquier plaza. El eco necio e implacable. Todo el mundo contenido en un punto. Un punto que es un pozo. Yo soy cualquier seña de soledad, el atisbo del hartazgo.


Pero soy antes que todo casi nada. Materia infame de alguna mente distraída. Soy ante todo nostalgia de la forma, del sentido, de la profundidad. Dimensión última de lo indefinido. 

El último balcón de la civilización. Tus pasos indiferentes al suelo, y también...

           ¡el suelo tan necesitado de ti!

viernes, 5 de marzo de 2010

No me explico a mí mismo, sino como el sueño de otro.


No sólo quisiera pensar para vivir. También quisera amar para vivir.

No sólo quisiera imaginar para crear, también quisiera amar para crear.

No sólo quisiera ser para mí, también quisiera amar para mí.

No quisiera estar solo, pero sólo existo yo, después yo.

No entiendo cómo puedo imaginar que hay más, si en realidad no hay nada.

No me explico el tiempo. Si la verdad se trastoca.

No me explico a mí mismo, sino como el sueño de otro.

No me explico al otro, y al otro, sino como el mismo.

El hombre que ama antes de pensar, antes de existir, antes de querer.


Y yo no como sombra, sino como simulacro.

Y todos no como reales, sino como posibles.

Y finalmente todo no como algo, sino como nada.


Como el continuo en la pared así también en la piel.

El desliz ilusión, la ilusión discreta y el abismo perpetuo.

El pasillo un lapso. El día un espacio. Y yo, ni accidenten ni sentido. Sólo una ambigüedad.

La paradoja que respira, que asesina y suicida se entrega al sí, y al no.

La aletoriedad del orden, la comparación vacía. La iniquidad falsa.


La promesa del absurdo, soy yo y después yo. Condenado a mí, en el sueño de otro.

Accidente de lo que bien podría no ser.


Tu cuerpo será menos recipiente de mediatez que templo de diálogo con lo eterno