No hay realmente un barrera en este tramo que cruzo, y realmente no es que haya niebla, no es nada. Finalmente la bruma es la de mi cabeza, los huracanes nacen y cesan en mí.
Sé que frente a mí no hay nada, sé que frente a mí estoy yo y, sé que detrás estoy yo, sé que en el sueño estás tú.
No hay reamente historia, no hay secuencia, sólo una disposición síncrona de pasos lógicos. Sólo sintaxis.
No espero trascender por mis palabras, ni por mis obras, busco desaparecer en el ruido. En el poco apreciado anonimato.
Hace falta entender el sentido auténtico de la vida.
Cuándo dios ha muerto y no existe nadie capaz de traerlo de vuelta, cuando los hombres dejamos de ser hermanos, cuando lo hemos dejado todo y nos embarcamos en la búsqueda de nosotros mismos en un cofre vacío, un cofre de sofismas, de constructos equívocos. No hay nada, no hay solidaridad, no hay honestidad y ningún valor real nos reconforta en la víspera de la decadencia.
No, hoy no amanecí pesimista, no, hoy no soy realista, no, hoy fue un buen día. Por eso me atrevo a decir esto que además escribo.
Tengo en la cabeza una mezcla de la vida de todos. He encontrado la mística popular en el amanecer, en el atardecer y en la noche en la que estoy solo.
Hoy me dí cuenta de la necesidad de amar para no morir, de olvidar para no perderse, de perderse para no hallarse.
1 comentario:
"Lo necesario nunca es suficiente", ni cuando cocinas... Recuerda "when we can't get what we love, we must love what we have" ;)
Publicar un comentario