viernes, 11 de diciembre de 2009

Venus era hombre

Rondo

,riendo ,

con mis dedos el camino que la luz traza en ti.

Rondo con mi cabeza en el pasado que eres tú.

Rondo con mis ojos la figura que entiendo en ti.

Juego al estado.

Soy cuando me tocas, soy cuando estás, soy cuando eres. Soy por ti sin importar lo mediato o lo inmediato.

Soy a pesar de que nada sea. Estoy y soy.

He dejado de dejar intentar, he empezado a terminar. He hecho las cosas bien. Las hice mal.

Me he dejado perder el sentido, me he permitido abandonar las formas, he dejado de verte bajo las palabras, comienzo a verte con mi manos, comienzo a verte con mis labios, comienzo a verte con mis sueños.

He dejado de tocarte como tocar a las puertas, no busco más entrar, busco cerrar, y quedarme a solas contigo.

No hallo en ti al tiempo para ser aire, no hallo en ti la forma para la pesada ligereza. Hallo en mí la forma, hallo en mí el conducto, hallo en ti la sustancia, hallo en ti el detalle, hallo en ti el quid.

No un fin último, ni en mí ni en ti, somos todos polvo que no es.

Pero polvo que tiene que vivir, polvo que no debe temer vivir, polvo condenado a ser libre,

y yo

quiero ser libre en ti.



El inciso de CEO

Meses intentando relatar la sustancia del sueño, meses intentanto capturar en palabras lo que vivo en cada noche en mi cabeza. Meses, años y muchas vidas.

Cómo desencriptar al misterio sigiloso de la creación. Cómo manifestar entre símbolos huecos al viento más sublime y bello. Cómo articular algo real entre acartonados prejuicios de la razón.

Cómo amar sin poder expresar en palabras el sentido del sueño.

Llevo meses intentándolo. Viéndome trazar , bajo hilos de luz , estructuras imposibles, ideas caminantes, besos eternos.

Hacer saber cómo eran los brazos que me sostenían de alguna caída fatal. Despertar del sueño, que es portal.



Lo necesario nunca es suficiente

No hay realmente un barrera en este tramo que cruzo, y realmente no es que haya niebla, no es nada. Finalmente la bruma es la de mi cabeza, los huracanes nacen y cesan en mí.


Sé que frente a mí no hay nada, sé que frente a mí estoy yo y, sé que detrás estoy yo, sé que en el sueño estás tú.


No hay reamente historia, no hay secuencia, sólo una disposición síncrona de pasos lógicos. Sólo sintaxis.

No espero trascender por mis palabras, ni por mis obras, busco desaparecer en el ruido. En el poco apreciado anonimato.

Hace falta entender el sentido auténtico de la vida.

Cuándo dios ha muerto y no existe nadie capaz de traerlo de vuelta, cuando los hombres dejamos de ser hermanos, cuando lo hemos dejado todo y nos embarcamos en la búsqueda de nosotros mismos en un cofre vacío, un cofre de sofismas, de constructos equívocos. No hay nada, no hay solidaridad, no hay honestidad y ningún valor real nos reconforta en la víspera de la decadencia.


No, hoy no amanecí pesimista, no, hoy no soy realista, no, hoy fue un buen día. Por eso me atrevo a decir esto que además escribo.


Tengo en la cabeza una mezcla de la vida de todos. He encontrado la mística popular en el amanecer, en el atardecer y en la noche en la que estoy solo.

Hoy me dí cuenta de la necesidad de amar para no morir, de olvidar para no perderse, de perderse para no hallarse.



Tu cuerpo será menos recipiente de mediatez que templo de diálogo con lo eterno