Aquí y ya
quitándome el abrigo del sentido
desnudándome
quedando en la superficie de la superficie
renuncio a la profundidad
renuncia a la trascendencia.
Cuando la distancia se impone
cuando la muerte sopla cerca solamente nos queda olvidar
soltar la mano del hermano y soltarnos a la perdición de la salvación
el diálogo se vuelca en el ensimismamiento
el sol es uno y uno para nuestra sombra
sólo queda el fastidio en la espera de la espera
ver el horizonte del horizonte
el espejismo del tiempo
contemplar el sueño
soñar en nosotros
permanecer atentos al viaje
al despegue de la mirada
el caer de la luz
el levantar de los muertos
el soplo seguido, el soplo seguro
la profecia deja de ser
convertirse en historia
sustancia que embriaga
embriaga a la verdad
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