viernes, 12 de diciembre de 2008

Mis calles peligrosas




Pensaba en las líneas que estaban dando dolor entre los puntos
siempre el vacío estallando
entre la pugna
siempre vacío

Doblaban las tardes fuertes
pletóricamente gritaban
desgarraban cualquier abertura
cualquiera veía nada

Soñaban bajo el color los estigmas
sólo sangraban de noche
brillaban y brincaban enfermos
sabían que venían entonces
no había tiempo en tal posesión
era la eterna sombra de lo que no dicen
era hambre de hambre 
nada nada juzgaba espera
y los hilos venían e iban flotando
un sólo día decía
una noche escupía
escupía sangre en mi boca
y yo escupía bocas en mi boca
tragaba aquello que no quería
porqué tenía hambre de hambre








1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto Esta Bien Cool.
Voy A Seguir Visitando Tu Blog Pues Enrealidad Me Gusto Mucho.

Tu cuerpo será menos recipiente de mediatez que templo de diálogo con lo eterno