
Si lo pensara más sería así de cualquier forma.
Todo tendría una respuesta en tu torso desnudo. En la sombra que parte de ti hacia el suelo.
Lo pienso, la razón o el deseo me parecen lo mismo. Tu cuerpo es un discurso, que guarda simetría, que en lo evidente esconde lo profundo.
De momento tu carne es suspiro, o verso, o monólogo o tiempo. De momento, yo soy quién escribe tu cuerpo, pero me parece más real pensar que fue tu cuerpo quién lo escribrió todo.
Fue tu cuerpo un espejo que lo multiplicó todo. Fue tu cuerpo luz y largo tiempo, fue tu cuerpo espacio, fue justicia, fue amor, fue un desierto, fue un bosque, fue muchos hombres.
Ahora es la única verdad en mi memoria. La cúpula de mi sucesión. Mi dios olvido.
El largo pasillo donde corre la risa. El cuarto tapizado de sol. La arena empapada en sangre.
La música que lo evoca todo. La mirada del que mira muriendo. La voz tremúla que escucho cuando me escucho. Eres el símbolo en la pared, el símbolo en el pecho, el símbolo que se zambulle en el ruego.